Belga de origen camerunés, Ebale Zam tiene una trayectoria completamente inusual. Bailarín, cantante, coreógrafo, autor e influencer, fundó la Compañía de Danza Nyangazam cuando llegó a Bélgica en 2000. Artista emprendedor consumado, está comprometido a apoyar a la juventud, especialmente en África. aquí da testimonio de una de las muchas pequeñas historias vividas y apoyadas a través de FRIDHA, de la que también es miembro fundador desde 2018.

“FRIDHA me apoyó durante la etapa final de redacción de mi libro y facilitó la organización de su presentación ante el Parlamento Europeo. Para la última etapa de redacción del libro, primero, apoyándome en el cuestionamiento de mi posicionamiento y del mensaje esencial que quería transmitir a través de este libro iniciado en 2013 a raíz de una propuesta de la editorial belga M.E.O. y su editor Gérard. A finales de 2018, el libro debía publicarse en unos meses y me quedé estancado escribiéndolo. La reunión organizada en Cuba con un jefe babalao cubano fue el detonante de su reanudación y, finalmente, de su finalización en las semanas siguientes.

El 19 de marzo de 2019, el Parlamento Europeo, y en particular un parlamentario responsable de cuestiones de cooperación cultural con África, nos invitó a presentar el libro en sus salas de conferencias. Entonces surgió la pregunta: ¿cómo aprovechar esta oportunidad para contribuir al diálogo entre Europa y África?

Es también en este contexto que FRIDHA propuso un enfoque innovador que consiste en resumir el contexto político en el que se escribió este libro como parte de una cápsula de vídeo de 7 minutos producida en colaboración con Art Fusion. Nuestro objetivo era que esta cápsula, además de mi libro, sirviera de base y pretexto para sensibilizar y crear un diálogo destinado a apoyar posibles negociaciones en el marco del diálogo político entre la Unión Europea y los países ACP.

Este vídeo arroja luz sobre los problemas causados por la negación y los tabúes y pide un cambio de creencias y mentalidades. Esto implica reglas de comportamiento en la sociedad para poder integrarse mejor en ella. Esto implica, en particular, la integración económica y, por tanto, el establecimiento de programas de orientación y formación.

Esta experiencia me enseñó que es posible crear valores humanistas a través del arte y que las finanzas y la política pueden impactar la creación artística de manera positiva.